Siempre he sido una persona que prefiere programar fuera de Windows. Pero con los últimos avances en Windows 10, este ya no es el caso.

Elegir distribuciones de Linux siempre ha sido como elegir un refresco en una máquina expendedora. Desde mi primer distro, Puppy Linux, que me permitió darle vida a un Pentium III sin disco duro, hasta versiones mas modernas, o probar un sistema operativo Unix de verdad, Mac OS X.

Siempre por una razón u otra, por juegos mas que nada, necesitaba tener instalado Windows. Casi siempre en dual-boot con cualquier versión de Windows tuviera en ese momento, fuera XP, Vista, o 7.

A como fui desarrollándome como programador, varias herramientas que necesitaba, no lograban correr bien en Windows. Una de ellas era Docker. Por 2016, el soporte de Docker era esquelético comparado con Linux y Mac OS. Para mi gusto, necesitaba usar Linux de forma profesional. Pero conservaba Windows para Office o juegos.

Con Windows 8 fui muy reacio. Practicamente salté de Windows 7 a 10, sin probarlo. Y a decir verdad, los primeros años, Windows 10 me parecía que no ofrecía nada.

Un día, ocurrió lo inesperado. Windows apostó todo por Linux. Llegó Windows Subsystem for Linux, WSL, por sus siglas en inglés.

A partir de aquí me iba sorprendiendo. Poder correr aplicaciones en un entorno de Ubuntu, sin salir de Windows 10, sin máquina virtual, sin dual-boot. Antes de eso, me gustaba utilizar Cygwin para tener una consola parecida a Linux. Ahora ya no era necesario.

Todavía faltaba camino por recorrer, pero WSL fue el primer paso. Docker todavía tenía ciertos problemas en Windows, hasta que este año, WSL2 salió para todo público, y Docker tiene ahora soporte para WSL2 sin dolor.

WSL2 es más rápido que WSL, y en el aspecto técnico, trae mejoras como tener el kernel completo de Linux. Con estos cambios, ya no siento casi diferencia entre estar utilizando Windows 10 (y tener mis juegos 😛) con Windows Terminal para mis consolas de Ubuntu; o bien estar utilizando Kubuntu en otra computadora, que es la distribución de Ubuntu que mas me agrada.

A pesar de estar tan cómodo ahora con Windows, no puedo negar que estos últimos meses que he utilizado Mac OS, ofrece un entorno altamente pulido y productivo. Pero todavía me debo acostumbrar a todos sus atajos y paquetería.

Tratemos de dejar de ver los sistemas operativos como algo por lo que debemos discutir cual es mejor, y tomar el que se adapte a nuestro alcance y necesidades.